El Pequeño Münsterländer (Kleiner Münsterländer), algo curioso de pequeño no tiene nada, es un perro cazador multifuncion, no sólo muestra piezas de pluma y pelo sino que también recupera piezas en terrenos llanos y en aguas profundas.
El Kleiner Münsterländer es amistoso, equilibrado, alerta, leal, afectuoso y siente un gran cariño por su familia. Es inteligente y fácil de educar, siempre y cuando el dueño se muestre firme y coherente durante su educación. A parte de una buena comida le encanta nadar y caminar.
Se piensa que el Pequeño Münsterländer proviene del Spaniel Francés o del Epagneul Bretón, aunque no se puede asegurar, ya que no tenemos pruebas. Lo que sí sabemos con certeza es que es un perro de muestra alemán que se ha usado durante siglos en la caza con escopeta y con red. En el siglo XIX, existían en el país una gran cantidad de perros de muestra de diferentes tamaños y tonalidades diversas y hacia 1870, los cinófilos germánicos decidieron establecer las características de cada uno. Los criadores de Münster empezaron a criar sus Epagneuls como raza distinta y a raíz de cruces con Perros de Muestra Alemanes de Pelo Largo, nacieron el Gran Münsterländer y el Pequeño Münsterländer.
El Pequeño Münsterländer es un perro de proporciones equilibradas, de cuerpo fuerte y armónico y pecho bien descendido y amplio. Tiene la cabeza ligeramente arqueada, el stop poco marcado y el hocico largo y recto. Sus orejas, implantadas altas, son ancha y las lleva bien pegadas a la cabeza. La cola es de longitud mediana y está cubierta de flecos. Tiene un pelo liso, apretado, de longitud mediana y levemente ondulado que es de color marrón y blanco jaspeado.
El Kleiner Münsterländer precisa un dueño que le pueda emplear tiempo, que juegue con él y que
lo saque a dar largos paseos, independientemente del tiempo que haga. También sería recomendable que pudiese campar a sus anchas por un jardín.
Si se deja al perro solo durante largos períodos de tiempo cabe
la posibilidad que se vuelva escandaloso y destructivo.
Su pelo es fácil de cuidar, simplemente con cepillarle cada dos
o tres días y con más frecuencia en épocas de muda. También es aconsejable vigilar los ojos y oídos a menudo para comprobar que el perro no ha cogido ninguna infección.
Durante años el Kleiner Münsterländer ha tenido una cría bastante selectiva por lo que la raza no presenta enfermedades hereditarias graves. Existe una baja incidencia de cataratas y de displasia de cadera.
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Mi compañero Txiki, con cuatro meses