El Pastor de Bérgamo, o Bergamasco, principalmente se ha utilizado para conducir y cuidar los rebaños, tambien fue usado por la policía italiana también desempeñando labores como rastreador y como perro de salvamento.
El Bergamasco es tranquilo, paciente, inteligente y franco. Siempre está vigilante y cuando la situación lo requiere sabe ser lanzado y valeroso.
El Pastor de Bérgamo es con toda seguridad una de las razas italianas más antiguas. Se piensa que este perro proviene de los grandes molosos y muy en concreto de perros húngaros. Las caravanas bárbaras que atravesaban los Alpes propiciaron la dispersión de los antepasados de esta raza y aseguraron los cruces con otros perros de la zona.
El Pastor de Bérgamo está cubierto por una capa de abundantes mechones. El pelo exterior es largo y áspero y el subpelo es corto y muy tupido. Es un perro fuerte y bien proporcionado. Tiene una cabeza ancha y unos ojos grandes. Sus orejas son triangulares, delgadas y están cubiertas por un pelo ondulado y suave. La cola es gruesa, robusta en la raíz y va estrechándose hacia el extremo. El Bergamasco es de color gris o gris con manchas de todas las tonalidades.
Es un perro que resulta bastante fácil de enseñar con la
condición de que no se le enseñen órdenes sin sentido.
El pelo del Bergamasco no precisa de un cuidado particular, las rastas se le iran formando
de manera natural a partir del año, año y medio. Se han de retocar lo menos posible, eso si los pelos tienen tendencia a formar bloques compactos y es preciso separarlos con las manos. La base de
los mechones debe ser ancha y hay que estirarlos para que se alarguen hacia abajo. La capa definitiva la obtendrá a los tres años.
El Pastor de Bérgamo es un perro con una buena resistencia, no se le conocen enfermedades hereditarias comunes en la raza.
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Mi compañero Txiki, con cuatro meses