Pasea a tu perro con regularidad usando una correa.
Esto es importante no solo para el entrenamiento, sino también para su salud física y mental. Dependiendo de su raza, es posible que necesite mucho ejercicio para mantenerse feliz y en forma.
Evita que jale de la correa.
La mayoría de los perros jalan de la correa cuando aprenden a dar paseos. Si empieza a jalar de la correa, detenlo de inmediato. No des otro paso hasta que el perro vaya a tu lado y centre su atención en ti.
Cambia de dirección.
Un método aún más eficaz es caminar en la dirección contraria y alentar a tu perro a que vaya hacia ti. Una vez que haya comprendido, elógialo y recompénsalo.
Haz que sea divertido estar a tu lado.
El impulso natural de tu perro será tomar su propio rumbo e investigar su entorno. El objetivo es que caminar a tu lado sea más interesante que lo otro. Habla con una voz entusiasta cuando cambies de dirección y elógialo cuando vaya hacia tu lado.
Combina el comportamiento con una orden verbal.
Una vez que el perro camine constantemente a tu lado, podrás nombrar el comportamiento, por ejemplo, “sígueme” o “vamos”.
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Mi compañero Txiki, con cuatro meses