El Bedlington Terrier es un perro curioso por su aspecto, sorprenden sus largas mandívulas y su cabeza en forma de pera cubierta por un tupé rizado y sedoso. El corte de pelo del Bedlington es el único entre los cortes de los terrier que se basa en líneas curvas. La longitud del pelo del cuerpo no debe exceder los 3 cm, siendo en las patas un poco más largo. Se deben rasurar: el cuello en forma de “u”, la cola, los maxilares y la parte superior de las orejas dejando en la punta una pequeña borla de pelo. El arco característico que va desde la nariz al occipital es un minucioso trabajo que se realiza con tijeras.
Como todo Terrier, el Bedlington Terrier es tenaz e intrépido. Su sangre Lebrel lo ha provisto de agilidad, ligereza y viveza. A este perro le gusta hacer deporte y lo ideal es que pueda salir al jardín a corretear. Esto no quita que no se adapte bien a la vida de interior, pero entonces es necesario sacarlo cada día a dar largos paseos. Es afable, juguetón, afectuoso y obediente, pero puede negarse a obedecer cuanto se encuentra frente a una voluntad contraria a la suya.
El Bedlington Terrier es uno de los perros más antiguos de Gran Bretaña, resultado de cruces entre el Caniche, el Dandie Dinmont Terrier y el Whippet. Se estima que la raza ya estaba establecida a finales del siglo XVIII en el distrito de Bedlington. Este perro era muy apreciado por los mineros del norte de Inglaterra, que lo usaban para exterminar las ratas de las galerías. Los cazadores también le consideraban un perseguidor incansable de liebres, tejones y zorros.
El cuerpo del Bedlington Terrier es flexible, vigoroso y elegante. Sus extremidades son rectas, largas y musculosas, y los miembros traseros parece que sean más largos que los delanteros. La cabeza es estrecha y redondeada cubierta por un sedoso y abundante tupé. Tiene unas orejas ovaladas, implantadas bajas que le caen a los lados de las mejillas y cubiertas de pelo corto con unos flecos sedosos en la extremidad. Su cola es gruesa en el nacimiento y se va estrechando en punta. Este perro tiene un pelo grueso y apelmazado que tiende a rizarse. Nos podemos encontrar con ejemplares de color azul, marrón o arena.
Para que el Bedlington Terrier conserve esta silueta tan original es necesario asearlo
minuciosamente. Es imprescindible cepillarlo y peinarlo una vez por semana y llevarlo al estilista profesional si se queremos que luzca la silueta que lo caracteriza. El corte de pelo que
necesita se debe realizar con tijera y es bastante complejo y meticuloso.
La dieta del Bedlington Terrier ha de descartar la pimienta, el pan, las salsas y ciertos pescados,
todos ellos alimentos ricos en cobre, elemento que al perro le cuesta mucho eliminar.
El Bedlington Terrier es muy resistente y no es propenso a enfermedades
específicas.
Algunos ejemplares son tan sensibles al cobre que podrían
padecer una hepatitis parecida a la enfermedad de Wilson en el hombre.
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Mi compañero Txiki, con cuatro meses